En octubre del año 2008, un perro australiano llamado Leo salvó de la hoguera a varias crías de gato que se habían quedado encerradas cuando se desató un incendio en la casa donde convivían. La familia propietaria de la vivienda pudo escapar, pero Leo se negó a abandonarla y permaneció junto a la camada hasta que los bomberos acudieron a rescatarlos. Momentos después, el heroico perro tuvo que ser reanimado ya que había perdido la conciencia y había dejado de respirar.
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