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"Todo lo que sabemos, lo sabemos entre todos".
Campesino analfabeto andaluz

lunes, 30 de mayo de 2011

El pensamiento científico debería influir en la política

Pere Estupinyá - Ampliar imagenPere Estupinyá (Tortosa, 1974) es químico, bioquímico y divulgador científico. Fue guionista y editor del programa Redes de TVE durante cuatro temporadas y profesor de Ciencia, Tecnología y Sociedad en la Universidad Ramón Llul. Tiene un blog en EL PAÍS llamado Apuntes científicos desde el MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets). También estuvo en Harvard con la prestigiosa beca Knight de periodismo científico. Actualmente reside en Washington, donde analiza el periodismo científico en América Latina para el MIT e imparte conferencias.
El divulgador científico Pere Estupinyá ofreció la semana pasada en Bilbao una conferencia titulada El ladrón de cerebros, compartiendo el conocimiento de las mentes más brillantes, el mismo título que un libro publicado recientemente por este químico. Su ponencia se enmarcó en el III Seminario de Comunicación Científica que organizaron la Fundación de Biofísica y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV.

Pregunta. ¿Desde cuándo roba cerebros y por qué lo hace?
Respuesta. Por placer individual. En la comunicación hay dos motivaciones: la importancia de comunicar al público y la personal. En mi caso mi primera motivación fueron las ganas de aprender ciencia. Estudié bioquímica, empecé el doctorado y me gustaba muchísimo la ciencia, pero desde una perspectiva muy amplia. Empecé con el programa Redes ese trabajo, no de explicar lo que tú sabes, sino de robar de otros que saben mucho más que tú para transmitirlo.
P. ¿Cuál es la tecla para divulgar adecuadamente cuestiones científicas?
R. Depende del público. Pero si nos fijamos en el público objetivo para mí, al que tenemos que intentar llegar, que es aquel que a priori no está interesado en la ciencia. Porque si hablas a alguien que ya le gusta la ciencia, tienes que darle contenidos muy rigurosos. Pero el público amplio es el que vive de espaldas a la ciencia y el reto real es llegar a ellos. Lo primero que hay que hacer es crearles una emoción positiva hacia la ciencia. Hablamos del rigor, del asombro… yo creo que es la emoción. Despertar su interés. Hay que llegar primero a los corazones y luego a los cerebros. Lo contrario de lo que se suele hacer.
P. ¿Cuál es el tema más difícil de divulgar al que se ha enfrentado?
R. Sí, la química. Yo soy químico de formación y no desde ahora, sino de siempre enRedes habíamos intentado hacer programas de química…Me cuesta mucho encontrarle el punto interesante. Sobre todo, la manera de empatizar con el lector. Es muy desagradecida, porque es una materia fundamental, mejora nuestro mundo, pero…
P. ¿Qué momento atraviesa la comunicación científica en España? ¿Es eficaz?
R. Está en un buen momento. Cuando comparas con EE UU dices: “¡Uy, qué atrás estamos!”, pero cuando comparas con otros sitios la verdad es que no está tan mal. Y sí que hay un interés creciente. Internet también ha cambiado mucho el panorama.
P. Trabaja en EE UU. ¿Qué diferencias hay en entre la divulgación científica en España y en Estados Unidos?
R. Los científicos allí están muy entrenados para divulgar. Es una diferencia clave. Además, allí están muy acostumbrados a explicar historias. Aquí la divulgación es más aséptica, sobre todo en los medios. Más formal. Allí te cuentan una historia. Allí, a nivel institucional, los centros de investigación ponen muchos recursos en enlaces hacia el exterior.
P. Tiene varios blogs. ¿Los considera una herramienta eficaz para divulgar ciencia?
R. Hay una selección natural. El impacto que puede tener puede ir de muy poco a mucho. Yo me llegué a comprar un dominio, pero pensé: “Esto no lo va a leer nadie”, así que lo coloqué en el EL PAÍS, porque allí hay tráfico de usuarios. Hay que ir donde está la gente, no esperar a que la gente venga a nosotros.
P. ¿Cómo se puede salvar el puente entre periodistas y científicos?
R. Creo que eso está superado. Hay otros lugares, como Latinoamérica, donde sí hay una distancia muy grande entre ellos. Hay recelo por parte del científico y los periodistas dicen: “Esto no es interesante”. Si el periodista en bueno, el científico querrá hablar con él. Hay otros retos.
P. ¿Cuáles?
R. Colonizar espacios masivos. Internet está muy bien, pero al final mucha gente ve la tele. También es importante que el pensamiento científico impregne a la sociedad y llegue incluso a la toma de decisiones políticas. Que influya en la manera de gobernar, en la educación, en la competitividad económica del país.
P. Sostiene que los científicos son los héroes del siglo XXI. ¿Se les trata como tal?
R. No. Pero porque ellos tampoco se exponen como tales. Pero no sé si sería bueno o no, porque la ciencia es colaboración. No son héroes individualmente, sino en conjunto.
P. En su libro dice que revistas de prestigio como Science o Nature contienen más errores que otras consideradas inferiores. ¿Cómo se explica esto?
R. Pongamos que hay un estudio para ver si una mutación está asociada a una enfermedad o no. Pon que se haga con 200 individuos y salga que hay una influencia importante. Mientras tanto, otro estudio se hace con 500 individuos y sale una influencia más baja. Tal y como está montada la publicación científica, el de menos muestras pero resultado más espectacular será el que salga porque se prioriza el impacto. Pero el que se acerca más a la realidad es el de 500 muestras. Miran que la metodología sea correcta, pero priorizan por impacto. Eso hace que muchos de estos estudios con el tiempo se vayan retocando.

martes, 24 de mayo de 2011

Tras las elecciones


Incluso -y sobre todo- los que habíamos defendido en el pasado el futuro de las redes sociales hicimos bien en callarnos, el día que la ley sigue definiendo como de reflexión y, por supuesto, el mismo día de las votaciones; no fuera que contribuyéramos a que cundiera la sospecha de que la agitación del papel de las redes sociales estaba electoralmente manipulado. ¿Tuvo alguna incidencia en el resultado de las elecciones la concentración en determinadas plazas sugerida por las redes sociales?
A los expertos corresponde analizar los detalles para redondear esta respuesta. A nosotros puede bastarnos constatar que las concentraciones no alteraron el grueso del sentimiento mayoritario: el voto de castigo a un mal Gobierno. En lo concreto, tal vez pueda reseñarse su incidencia en la proliferación de las ofertas no bipartidistas, así como la disminución de votos del candidato ganador en algunos municipios como Madrid. Es poco, o muy poco, y vale la pena airear, entonces, algunas de las reivindicaciones populares consagradas en las redes sociales.
Primero: la necesidad de introducir el aprendizaje emocional y consiguiente reforma educativa para que los jóvenes puedan acceder a las nuevas competencias necesarias para encontrar trabajo.
Segundo: deshacer el acuerdo de los partidos políticos en torno a que el urbanismo financie a los mismos partidos a costa de destruir el paisaje y recursos naturales.

Eduard Punset
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Tercero: renunciar al sistema electoral de listas cerradas y admitir que la sociedad no está de acuerdo en absoluto en que, lejos de ser abiertas, la confección de las listas esté en las manos exclusivas de los comités directivos de los partidos.
Cuarto: retirar a los partidos políticos el poder de elegir e incidir sobre los órganos directivos del poder judicial, en detrimento del principio tradicional de las democracias europeas de la separación de poderes imprescindible entre el ejecutivo, legislativo y judicial.
Por último, ir superponiendo gradualmente a la cultura de división entre derechas e izquierdas, que condujo a la cruenta Guerra Civil, la división más productiva entre los que están delante de las masas y los que están detrás.
Deberíamos iniciar un proceso de reflexión continuado sobre estas conclusiones, aportando a los demás, una a una, las aspiraciones ya consensuadas socialmente.

domingo, 1 de mayo de 2011

OREJAS DE MARIPOSA

MENOS TAREAS, MEJORES NOTAS

El mundo está sorprendido con el método de aprendizaje de las escuelas en Finlandia. En ese país nórdico, los niños tienen mayor equilibrio entre sus responsabilidades escolares y su tiempo libre, y ese estilo relajado lo ha convertido en uno de los países punteros en las pruebas PISA, que cada tres años realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés). Entre 1962 y 1999, el país nunca logró grandes promedios en educación, pero a partir del año 2000 se convirtió en uno de los mejores. Por eso, hoy no sorprende que los expertos hagan viaje expreso a Helsinki para saber cuál es el secreto de su éxito.
Y los hallazgos han puesto en duda algunos de los paradigmas que han llenado la educación en el mundo occidental. Para empezar, la educación formal en Finlandia comienza a los 7 años, la jornada diaria de clases es más corta de lo habitual y no tienen que someterse a exámenes ni pruebas para medir su conocimiento. Tampoco tienen sobrecarga de tareas en sus casas, por lo que hay más ratos libres para navegar por Internet, interactuar con otros amigos, escuchar música o practicar deportes. Los más grandes no tienen la presión de ir a la mejor universidad y se gradúan sin saber lo que es la angustia de la competencia.

Lo que se ha encontrado hasta ahora es que la mejora en la educación de este país nórdico no se resume en un fórmula mágica, sino que es el resultado de un concienzudo análisis que surgió cuando el gobierno se propuso, décadas atrás, ser más competitivo económicamente. De ese debate surgió un sistema inclusivo que acoge en sus aulas a niños de todos los estratos sociales y en el que se espera la excelencia sin importar de qué región o familia provengan. La escuela, además, involucra cosas diferentes a educar: se garantiza alimentación, salud y apoyo psicológico para los niños y su familia.

"Pero lo que subyace en el corazón del éxito educativo de Finlandia es el perfil de los profesores", dijo a SEMANA Andreas Schleicher, consejero en educación de la OECD y quien estuvo de visita en Colombia. Si bien antes no se requería mucho entrenamiento, hoy, incluso a los profesores de primaria, se les exige que tengan como mínimo una maestría. Esto es fundamental para el tipo de educación que actualmente se requiere, en la que el conocimiento no es tan fundamental como la creatividad, la flexibilidad, la iniciativa y la habilidad para aplicar el conocimiento a situaciones nuevas. En un informe hecho por la OECD sobre el caso Finlandia, un directivo de Nokia señaló que si contrata a alguien que no tiene los conocimientos de matemáticas o física que se necesitan para esa empresa, hay colegas que pueden subsanar esos vacíos en un par de semanas. "Pero lo que no puedo enseñar es a que piensen diferente, a que tengan ideas originales y a que no tengan miedo de cometer errores".

El alto perfil de los profesores también garantiza el diagnóstico temprano de las dificultades de aprendizaje de los niños y sus soluciones. Tal vez por eso, los que van más atrasados que el resto no necesitan contratar profesores particulares ni ser separados de los más 'pilos'. La idea es que los mejores jalonen a los quedados. Por ejemplo, no es raro que el maestro lleve a los niños de 9 años a un parque para aprender matemáticas. La profesora les pide que recojan frutos, palos, piedras y luego, que identifiquen las formas geométricas.

La pregunta del millón es si se puede trasladar la experiencia de ese país a Colombia. Schleicher señala que se deben buscar experiencias exitosas afuera, pero también adentro, pues "en Colombia hay ejemplos de escuelas exitosas cuya experiencia podría ser adoptada por otras". Pero tal vez la gran lección de Finlandia, dice, es que invertir en los profesores paga.